miércoles, 24 de septiembre de 2014

Algo Mas Sobre los Mayas



ASTRONOMÍA

Si algo sorprende a los estudiosos de la civilización maya es su abismal conocimiento de los cielos, aprehendido únicamente por medio de la observación y el análisis detenido de la bóveda celeste y de los ciclos naturales a lo largo de varias generaciones.

Los Mayas, hicieron cálculos exactos, de los períodos sinódicos de Mercurio, Venus, Marte Júpiter y Saturno. Calcularon con exactitud, los períodos de la Luna y El Sol y de estrellas como las Pléyades, a las que llamaban Tzab-ek, y de las cuales creían que eran originarios. El Tzol'kin de 260 días, está basado en el ciclo de 26,000 años de este grupo.

La Vía Láctea era parte central de su Cosmología y la llamaban Wakah Chan, y la relacionaban con Xibalbá, incluso los Kiche' de Guatemala aún la llaman Xibalbá be o camino a el inframundo. Tenían un Zodiaco, basado en la Eclíptica, que es el paso del Sol a través de las constelaciones fijas. Este se encuentra en la Estela 10 de Tikal y la 1 de Xultún, ambos yacimientos la zona de Petén,en Guatemala y también en el Códice Grolier

Los conocimientos astronómicos mayas eran propios de la clase sacerdotal pero el pueblo todo los respetaba y conducía su vida de acuerdo a sus predicciones. Los sacerdotes conocían los movimientos de los cuerpos celestes y eran capaces de predecir los eclipses y el curso del planeta Venus. Esto les daba un especial poder sobre el pueblo que los consideraba así íntimamente ligados a las deidades.
 
A Venus la llamaban los mayas Ah-Chicum-Ek', la gran estrella de la mañana, y Xux ek, la estrella avispa. Estrella se dice en maya "ek" y es también el apellido de muchas personas de la región maya. De los Códices mayas conocidos el de Dresde es esencialmente un tratado de astronomía.

En conclusión, los mayas fueron reconocidos por sus escritos, la aquitectura y sus obras de arte, sus cálculos matemáticos, llenos de simbolismos y representaciones fantásticas sobre el pasado, presente y el futuro de su sociedad.


La Arquitectura Maya

La arquitectura maya es la más rica del Nuevo Mundo, debido a la complejidad y variedad de medios de expresión. Estructuras gigantescas de piedra caliza cubiertas de estuco fueron su sello. Los edificios eran adornados con mascarones y cresterías talladas en piedra y estuco y generalmente pintados de rojo, por la gran cantidad de piedra caliza disponible en las tierras mayas del Petén



Las imperfecciones en el trazado eran compensadas con capas de decoraciones con estuco. El Estuco era hecho con Piedra Caliza cocida, y mezclada con un pegamento orgánico extraído de un árbol endémico en Petén llamado localmente Holol, mezclado con cal y Sascab, un mineral natural parecido a piedra caliza, que no hay que cocer.

El Edificio más conocido de los Mayas es el Templo I o del Gran Jaguar de Tikal, que sirvió de Tumba a el famoso Hasaw Chan K´awil o Ah Cacao, quien reinó de  682 a 734 DC.
 
Sin Herramientas de metal, bestias de carga o la rueda, los Mayas construyeron grandes Ciudades en un paraje de Selva y Montañas con una asombrosa perfección y variedades. Fueron Notables su Arquitectura altamente decorada tanto en Templos Piramidales como en Palacios, Observatorios.
La planificación de los centros ceremoniales mayas estuvo marcada por la topografía y las condiciones del terreno, lo cual determinó las diferentes formas y estructuras de las edificaciones. Entonces, la cultura maya produjo una arquitectura monumental, de la que se conservan grandes ruinas.


Chichen Itzá
 
Chichén Itzá es la ciudad muerta más famosa del mundo maya y se encuentra por carretera a 120 Km. al oriente de la ciudad de Mérida. Para unos tuvo su esplendor entre los años 600 y 900 A.C. Fue abandonada hasta la llegada de los Itzáes que le dieron su nombre, y un nuevo auge, con construcciones que muestran influencias del altiplano.

 

Sus edificios más importantes son: el Castillo que es su símbolo; el Caracol, notable e interesante construcción desde cuyo interior los astrólogos mayas observaban pacientes y rigurosos a través de las ventanas que miran a puntos astronómicos importantes el movimiento de los astros; el Juego de Pelota cuyos parámetros están decorados con relieves alusivos al juego que evidencian la importancia que tenía en la vida y cosmogonía de los pueblos prehispánicos y El Templo de las Mil Columnas y el de los Guerreros, con los elementos alusivos a sus nombres que muestran influencia del estilo Pucc asociadas a rasgos del altiplano asentados en una plataforma de 6 Km. que constituye el centro de la Ciudad.

El Castillo es la más importante construcción de la zona, y ha sido interpretado como la expresión material de un calendario, ya que si se cuentan los peldaños de las 4 escaleras y la plataforma superior suman 365 que son los días del año. Los nueve cuerpos de la pirámide al ser divididos por la escalera suman 18, que son los meses del año indígena y tiene como decoración en cada fachada 52 tableros, número igual a los años que forman un siglo mesoamericano. 

Durante los equinoccios en marzo y en septiembre se produce un interesante fenómeno de luz y sombra en la escalera principal: Conforme el sol va declinando se forman a lo largo de la alfarda derecha, uno a uno, siete triángulos de luz hasta quedar iluminada la cabeza de una de las serpientes que forman el inicio de las alfardas marcando la figura de un reptil que baja desde lo alto... Kukulkán, el dios máximo de los mayas, equivalente a Quetzalcóatl de los aztecas.



 El Templo De Las 7 Muñecas



Localizada a 17 km al norte de Mérida y considerada  una de las ciudades mayas más antiguas, su nombre significa "donde hay escrituras sobre piedras planas". En esta ciudad se manifiesta un fenómeno de luz y sombra durante el amanecer, en la estructura conocida como el Templo de las Siete Muñecas y en otra estructura identificada como El Reloj. El fenómeno ocurre los días del solsticio de verano, 21 de septiembre, y del equinoccio de primavera, 21 de marzo.
 

La explicación más acertada de este fenómeno es que el Sol se mueve aparentemente hacia el norte y hacia el sur a lo largo del año, alcanzando sus máximas  un ángulo de 24º hacia el norte. Después del equinoccio de primavera, regresa al mismo punto e inicia su movimiento hacia el sur otros 24º durante el solsticio de invierno y así sucesivamente. La interrelación que mantuvieron los antiguos mayas con la naturaleza, les permitió desarrollar un calendario perfecto, es por eso que el día óptimo fue el 20 de marzo y no el 21 de marzo, como indica el calendario juliano.

El fenómeno fue redescubierto alrededor de 1985, por el arqueólogo Víctor Segovia Pinto y junto con el arqueólogo José Huchim Herrera, inició las investigaciones hasta el fin de sus días, entonces fueron diez años los que estuvo investigando este fenómeno.

Concluyeron que el templo, de diez metros de lado, no solamente registra las máximas declinaciones del movimiento aparente del Sol, sino también las máxima declinaciones de la luna y los recorridos de ésta que también están registrados en el edificio. No dudan en afirmar que el edificio era un observatorio astronómico.

El Templo de las Siete Muñecas, debe su nombre a que ahí se encontraron seis muñecas y un muñeco pero optaron por darlo a conocer como si hubiesen sido siete muñecas. Esa estructura está perfectamente alineada con los puntos cardinales, la fachada del frente tiene dos ventanas y una puerta, la parte trasera, también tiene dos ventanas y una puerta. 

Al amanecer, la luz solar se introduce a la habitación, proyectando la imagen de las ventanas y las puertas en la parte superior opuesta y conforme el sol va elevándose, las imágenes van descendiendo hasta coincidir con su contraparte, y ese es el momento preciso en que el sol queda en el horizonte de quienes utilizaban este edificio como reloj para determinar el inicio de la primavera o del otoño.

Es común encontrar sus edificios perfectamente orientados, así también la traza urbana refleja el conocimiento que tenían del cosmos, por ello algunos de sus edificios están estrechamente relacionados con Venus, la Luna y el Sol.


El Calendario Maya


La creación del calendario maya se hace en base a los movimientos de los cuerpos celestes. Siguiendo así los ciclos de la Luna, el Sol y Venus sobretodo. Cabe destacar que el calendario maya se divide en tres maneras diferentes de contar el tiempo: el calendario sagrado (260 días), el solar (365 días) y la cuenta larga.

El calendario sagrado (o Tzolkin): 

Éste está formado por ciclos de 260 días. Su nombre maya significa “el orden de los días”, Tzol= cuenta y Kin= día. Tenía una función religiosa, ya que servía para poner fecha a actos ceremoniales de la cultura maya. Pero también se usaba para calcular el período de las lluvias, saber cuáles eran los momentos más propicios para cazar y pescar, e incluso para predecir el futuro de las personas según la fecha de su nacimiento.

Calendario solar (o Haab):

Como su nombre indica, Haab es el calendario que calcula el tiempo del recorrido que hace la Tierra alrededor del Sol. Divide los 365 días del año en 18 meses (Winal), de 20 días cada uno. Los 5 días restantes (Wayeb) se consideraban de mal agüero, y les asignaban un carácter estrictamente vacacional.

Este calendario marcaba fechas de ritos ceremoniales, así como acontecimientos comunitarios. Es por eso que también se le conoce como calendario civil. Una vez explicados los dos primeros calendarios, cabría mencionar la rueda calendárica. Ésta tiene un ciclo de 52 años (es decir, 18.980 días), y consiste en combinar de forma simultánea los calendarios de Tzolkin y Haab.

Calendario de cuenta larga:
 
La Cuenta Larga es un sistema calendárico de cómputo del tiempo que tiene bases históricas, astronómicas, cosmológicas, mitológicas y astrológicas. En este sistema, el comienzo de la era actual, el 13 de agosto del año 3114 a.C., está ligado posiblemente al mitológico nacimiento de Venus, mientras que el final de la era, el 21 de diciembre del 2012, corresponde a la fecha del solsticio de invierno del Hemisferio Norte 

Una civilización capaz de crear un calendario tan minucioso, y tan complejo a la vez, no se dedicaría a calcular tales ciclos por mero capricho. Algo está escrito. Algo está calculado para que suceda. Pero no sabemos el qué, porque nos falta esa sabiduría ancestral y olvidada.